Nuestra Historia

“La mano artesanal cuenta mitos: teje destinos y deshebra los orígenes.” -Margarita de Orellana, La Mano Artesanal

Escrita por Patricia Tavarez, Diseñadora y Fundadora de JUUN

Historia

Desde pequeña, he sentido gran amor y admiración por la multiculturalidad de mi país, México. Tuve la fortuna de tener un padre inquieto, aventurero, pero sobre todo un gran observador del cual aprendí mucho y tome gran inspiración. Mi niñez fue un constante viaje por los colores, formas, figuras y texturas de México, siempre de un lugar a otro. Estás vivencias y experiencias de mi niñez me marcaron y acercaron mucho con indígenas locales y culturas mexicanas. Está es una de muchas razones por las que inicié JUUN el principal objetivo marcado es que estas tradiciones no desaparezcan.

Desde que me mudé de la Ciudad de México a Cancún, encontré que no había prendas ligeras, como blusas, salidas de baño y vestidos que incorporaran técnicas indígenas. JUUN nació con la idea de juntar el diseño contemporáneo con la gran tradición de bordado mexicano.

Diseño prendas de vestir, cómodas, de fácil uso y cuidado.  Es ropa contemporánea con toques auténticos y tradicionales. Cada prenda es una muestra cultural de México, demuestran el amor a la naturaleza, el amor por el trabajo, usamos la imaginación y logramos hacer prendas con mucho corazón. Por eso, la marca se llama JUUN, significa único en maya y nuestras piezas son realmente únicas.

 

Diseño y Confección

Somos parte del movimiento “slow fashion”, confeccionamos prendas atemporales y que duran muchos años.
Comienzo dibujando cada prenda, hago bosquejos y vuelvo a dibujar hasta que la idea me gusté, se manda a nuestro taller de costura para el diseño del patrón y la elaboración de la prenda. Terminada la muestra se manda a los diferentes talleres de bordado. Una vez bordada, la pieza regresa al taller para etiquetarse y cerrarse para su venta.

Bordado

Me dí a la tarea de encontrar a las mejores bordadoras, de técnicas como Pepenado, árbol de la Vida y macramé, en la República Mexicana, investigar cuales eran las telas adecuadas que se podían adaptar a los bordados tan complejos, todos hechos a mano, sin guía o técnicas modernas, sólo con procedimientos adquiridos por tradición familiar, de generación en generación.